El prestigioso premio Aga Khan de Arquitectura, que se concede cada tres años y premia proyectos arquitectónicos, urbanísticos o paisajísticos vinculados al mundo islámico, ha recaído sobre un proyecto español, El Museo de Medina Azahara en Córdoba de los arquitectos Nieto y Sobejano. Fue el 25 de mayo de 2010 cuando se anunciaron los 19 finalistas para el 'Aga Khan Award for Architecture 2010' y hoy ha sido fallado.
Fuensanta Nieto (Madrid, 1957) y Enrique Sobejano (Madrid, 1957) son Arquitectos por la ETSA de Madrid y la Universidad GSAP de Columbia, Nueva York. EE.UU.. Ellos enseñan actualmente en la Universidad Europea de Madrid (UEM) y en la Universität der Künste de Berlín (UdK), y son socios de la oficina Nieto Sobejano Arquitectos, SL
Texto extraido de la página de seleccionados de Aga Khan Arquitecture: "La ciudad palatina del siglo X de Madinat al-Zahra es ampliamente considerada como uno de los lugares más importantes arqueológicos islámicos en el mundo, y la más extensa de Europa Occidental. Las excavaciones en el lugar están aún en curso. El museo fue concebido como un lugar para interpretar el sitio y mostrar los hallazgos arqueológicos, así como para servir como un centro de capacitación e investigación (...). Un diseño refinado y sutil de la firma de arquitectos Nieto Sobejano, mezcla el museo a la perfección con el lugar y las tierras de cultivo circundantes - una serie de rectángulos compuesta de muros, patios y plantaciones que, en conjunto, parece más un paisaje que un edificio. (...). Los visitantes son guiados a través de una secuencia de espacios protegidos y espacios vacíos, las funciones públicas principales están dispuestos en un claustro alrededor de un patio amplio (...) dos patios más definien el centro de investigación y la zona de exposición exterior, respectivamente. Una paleta limitada de materiales y detalles simples, con paredes de muros de hormigón vertido, interiores revestidos en madera de iroko y piedra caliza para pavimentar los patios, pretende evocar las paredes en bruto y las estructuras temporales de un sitio arqueológico".
El nivel principal se encuentra enterrado, como si se tratase de los propios restos arqueológicos que aquí se estudian, el acceso se hace descendiendo a través de una rampa o escaleras.
Todo el edificio esta articulado entorno a varios patios al igual que en la arquitectura islámica. En este caso desde el vestíbulo principal, un patio amplio se extiende en forma de planta cuadrada, alrededor de este patio se organizan el claustro, la sala de exposiciones del yacimiento arqueológico, la librería, la tienda, la cafetería, el auditorio y la sala de exposiciones. Otro patio largo y profundo articula las áreas privadas: talleres de administración, conservación e investigación.
Un último patio reflejará la luz dorada de los Atauriques y otros restos arqueológicos del lugar y contribuye a la prolongación al aire libre de la zona de exposición del museo, conectándola visualmente con el área de excavación.
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