Este proyecto reinterpreta el banco como elemento para relajarse, socializarse, dormir, meditar, cambiando la escala del mismo y convirtiéndolo en mirador. A pesar de construirse en un mes, el proceso comenzó un año antes con la recogida de la madera, pletinas metálicas, chapas perforadas, etc. Material de desechado de la construcción, que fue almacenado para darle un uso distinto del original.
La obra aprovecha todo lo disponible, evitando prescindir de ninguno de los elementos ofrecidos en origen. Podría parecer extraño proyectar dependiendo de las piezas disponibles y limitadas, pero esto posibilita el reciclaje total en la construcción del mismo.El elemento se puede transportar fácilmente mediante la adaptación de unas ruedas, de esta forma se podría buscar
la sombra en verano o el sol en el invierno.
la sombra en verano o el sol en el invierno.
El banco-mirador se encuentra situado en Rùpia Girona. Recientemente La Generalitat de Cataluña declaró el municipio de Rupià como Conjunto Histórico-Artístico.
El cubo cerrado se va diluyendo, posibilitando de este modo la relación con el paisaje y perdiéndose en él.
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